Quemaduras de sol


Rallar bastante pepino fresco crudo y aplicar sobre la zona quemada. Luego de untar toda la piel retirar los restos de pepino y dejar secar solo. No secar con paño.
Alternar con pulpa de Aloe Vera aplicando de la misma forma.
No es necesario lavar o limpiar entre aplicaciones.
Repetir tantas veces como sea necesario.
Se aconseja beber bastante agua y jugos de frutas.

Supositorio natural para calmar las hemorroides


Con una cuchara o cuchillo extraer una cantidad suficiente de pulpa de Aloe Vera. Picar muy pequeña o pasar por la licuadora hasta que se forme una especie de gel espesa. Añadir una cucharada pequeña de agua si fuera necesario.
Tomar una pajita plástica de las que se usan para beber y cortarla en pedazos de unos 3 cm. LLenar los trozos con pulpa-gel de aloe y guardar en el congelador. Al cabo de algunas horas ya estarán listos para usar. Extraer la pulpa de la pajita cortando esta última longitudinalmente con un cuchillo o cutter. Usar inmediatamente antes que se derrita.
La aloe y el frío son muy desinflamantes y calman el dolor. Se pueden usar tantos supositorios de éstos al día como sea necesario. No tienen contraindicaciones. Una vez usados no es necesario extraerlos, se eliminarán solos o con las heces.

Quemaduras superficiales


Meter inmediatamente la zona quemada en agua. Secar con delicadeza sin frotar y aplicar un trozo grande de pulpa de aloe vera que cubra toda la zona afectada. Vendar con tela de algodón para sujetarla. Renovar cada media hora. Si se hubiera pegado remover con abundante agua.
Nunca se deben reventar las ampollas. Si se actúa inmediatamente no se forman ampollas.
Si no se dispusiera de aloe vera también es muy efectivo el jugo crudo de calabaza aplicado sobre la zona quemada.

Hipo


Hervir durante 5 minutos varios pedúnculos de caquis en un litro de agua. Beber caliente a sorbos pequeños.  Si no tuvieras caquis también sirven los pedúnculos de calabaza

Otra receta: beber pequeños sorbos de una mezcla de vinagre de manzana con azúcar.

Baños relajantes


Sabemos que los baños de inmersión no son recomendables cuando pensamos en la escasez de agua del planeta. Pero a veces necesitamos sumergirnos en agua caliente para relajarnos, equilibrarnos y olvidar un mal día.
Para estas ocasiones especiales podemos tener listas unas sales de baño naturales sin productos químicos y hechas por nosotros mismos. Para ello tomaremos un frasco de cristal con tapa plástica y lo llenaremos con sal marina, dejando espacio suficiente para añadir ralladura de cáscara de limón y algunos clavos de olor. Mezclar muy bien. Dejaremos macerar tapado durante un mes.
Colocar 2 o 3 cucharadas en la bañera. Para filtrar se pueden colocar dentro de una bolsita de tela o tul, la sal se irá disolviendo pero las hierbas quedarán retenidas en ella.

Conjuntivitis


Hervir durante algunos minutos un saquito o 1 cucharadita de manzanilla en 1/2 taza de agua. ¡No endulzar! Dejar enfriar. Cuando esté tibio y no queme sumergir un algodón con las manos muy limpias. Exprimirlo un poco y usarlo para dejar caer varias gotas de té de manzanilla en el ojo afectado.
Repetir varias veces al día, aunque con un par de veces suele ser suficiente.

Caída del pelo, alopecia, calvicie


Un exceso de calor (Yang) en la zona de la cabeza puede provocar la caída del pelo.
Este remedio sirve tanto para prevenir como para curar.
Triturar muy finamente 500 grs. de sésamo negro junto a 60 grs. de hojas secas de morera. Mezclar este polvo con cantidad suficiente de miel de abejas para formar una pasta espesa.
Tomar 1 cucharadita de la pasta por la mañana y otra por la noche. Se notarán sus efectos si se toma ininterrumpidamente durante varios meses.
Su uso no es tópico sino que actúa normalizando el equilibrio Yin-Yang.

Prevenir picaduras de insectos y mordeduras de serpientes. Expulsión de insecto del oído.


Extraer el jugo de una lechuga y frotar con él las áreas expuestas.
Para obligar la expulsión de algún insecto que haya penetrado en el oído, instilar unas cuantas gotas de jugo de lechuga en el oído afectado.

ACV-accidente cerebro vascular cura de urgencia


Ante un ataque repentino de apoplejía o ACV se debe actuar con rapidez mientras se traslada al paciente o se llama a la ambulancia.
Tomar una de las orejas del enfermo y doblarla longitudinalmente por la mitad para localizar el ápice de la oreja (imagen). Pinchar el punto más alto con una aguja de aquellas que se usan para pinchar el dedo y obtener muestras de sangre o, en su defecto, con cualquier otra aguja. Provocar un sangrado extrayendo varias gotas de sangre. Se usa este punto porque es un punto de acupuntura específico para este problema. No solamente se trata de hacer una sangría sino que es importante usar este punto.
Este es un remedio muy eficaz de la medicina tradicional china.

Tos por enfriamiento con flemas claras y abundantes


Hervir en una taza de agua 5 almendras de albaricoque (es lo que se encuentra dentro de la semilla del albaricoque) junto a la misma cantidad de jengibre fresco (no seco).
Hervir durante 15 minutos y beber caliente.
Si no tiene semillas de albaricoque se pueden usar almendras de semillas de durazno o melocotón. Este remedio NO se debe usar si la tos cursa con flemas amarillas o verdes y espesas porque significa que el organismo ha entrado en un estado de calor.  
Tampoco es aconsejable estando embarazada. 
Un remedio más suave consiste en hacer una decocción de cáscara de naranjas y/o de semillas de mostaza blanca, en proporción de 1 cucharadita de la mezcla por taza de agua; hervir durante 3 o 4 minutos. Tomar 3 o 4 tazas al día endulzada con miel de eucalipto. Estas plantas son calientes por lo que se deben usar solamente si el resfrío y la tos cursan conflemas claras o transparentes. 
Si las flemas fueran amarillas y espesas tomar una infusión de hojas de morera, que refrescan y secan las flemas.
Abstenerse por completo de lácteos mientras dure el resfriado y la tos.
Es importante cuidar el estreñimiento.

Remedio de ajos para bajar la tensión arterial, calmar el asma, la bronquitis y la tos ferina

Colocar en un frasco con tapa hermética dos tazas de dientes de ajos enteros pelados. Añadir vinagre preferentemente de manzana o cualquier otro hasta cubrir los ajos. Agregar 1/2 taza de azúcar común. El azúcar no es para endulzar sino para ayudar a preservar. Revolver con cuidado de no romper los ajos.
Tapar el frasco y dejar macerar durante una semana. Al cabo de ese tiempo ya se pueden usar. Comprobaremos que los ajos tienen un sabor agridulce.
Comer  3 o 4 dientes de ajo por las mañanas en ayunas junto a unos sorbos del líquido agridulce. Seguir este tratamiento durante al menos 10 o 15 días. Suspender durante una semana y reanudar tantas veces como sea necesario.

Faringitis

Licuar dos o tres cebollas crudas. Filtrar el jugo. Añadir la mitad en cantidad de vinagre, preferentemente de manzana. Mezclar muy bien.
Hacer gárgaras con este zumo tantas veces al día como sea necesario.
Se puede guardar tapado hasta el día siguiente, aunque es conveniente hacer cada día uno nuevo.

Pequeñas heridas

Si se corta el dedo con un cuchillo espolvorear sobre la herida inmediatamente abundante arcilla limpia y seca. Al contacto con la sangre se formará una costra sobre la herida deteniendo el sangrado. Se puede dejar tal cual o se puede vendar con una pequeña tela de algodón.

Afonía

Mezclar 1/2 vaso de zumo de uva fresco o de mosto con igual cantidad de jugo de caña de azúcar. Si no consigue el jugo de caña se puede utilizar miel de caña o miel de abejas a razón de 2 cucharadas grandes por vaso de mosto. Mezclar todo muy bien. Tomar 2 o 3 cucharadas de la mezcla con agua tibia, 3 o 4 veces al día.
 

Úlceras y llagas bucales

Pasar por la zumera una  cantidad adecuada de rábanos crudos. Filtrar con tela. Enjuagar la boca con este zumo varias veces al día. Hacer cantidad suficiente para un solo día. 
Otro remedio consiste en enjuagar repetidamente la zona con zumo de tomates crudos y frescos.
Es importante saber que  estos remedios superficiales no erradicarán el problema definitivamente. Las llagas son una manifestación a la vez que una válvula de escape de las toxinas acumuladas en el cuerpo. Debemos encontrar siempre el origen del mal, la razón por la que han aparecido esas llagas en la boca o en cualquier otra parte del organismo y atacar allí. Si le devolvemos al cuerpo su normalidad funcional, las llagas u otras expresiones externas desaparecerán automáticamente sin necesidad de remedios tópicos. En el caso de las llagas bucales el origen suele ser "calor" en el estómago por un exceso de yang o por falta de líquidos orgánicos. Cada caso es diferente.