Colocar en un frasco con tapa hermética dos tazas de dientes de ajos
enteros pelados. Añadir vinagre preferentemente de manzana o cualquier
otro hasta cubrir los ajos. Agregar 1/2 taza de azúcar común. El azúcar
no es para endulzar sino para ayudar a preservar. Revolver con cuidado
de no romper los ajos.
Tapar el frasco y dejar macerar durante
una semana. Al cabo de ese tiempo ya se pueden usar. Comprobaremos que
los ajos tienen un sabor agridulce.
Comer 3 o 4 dientes de ajo
por las mañanas en ayunas junto a unos sorbos del líquido agridulce.
Seguir este tratamiento durante al menos 10 o 15 días. Suspender durante
una semana y reanudar tantas veces como sea necesario.