Dientes blancos


He oído muchas recetas para blanquear los dientes pero sólo hay tres que dan muy buenos resultados:
Cepillarse los dientes con bicarbonato de sodio.
Frotarlos con limón y enjuagar con agua. No cepillar inmediatamente porque podríamos erosionar el esmalte.
Empapar un algodón en agua oxigenada diluída con agua y frotar sobre los dientes. (proporción: 2 de agua oxigenada por 1 de agua).
Estas curas sólo se pueden realizar 1 o 2 veces a la semana y no todas a la vez porque pueden dañar el esmalte.
Lo más importante es tener cuidado con aquellos alimentos y productos que manchan los dientes: té, café, tabaco. Si no podemos prescindir del café o el té intentemos tomarlos con la ayuda de una pajita para evitar que toquen los dientes.